¿Cómo reconocer que está siendo víctima de acoso sexual en el trabajo?

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No todo sucede de inmediato. A veces solo comienza con una mirada o un toque inocente. Algún comentario sugerente o un chiste fuera de lugar. Puede que en un principio estas situaciones no pasen a mayores o simplemente tratemos de olvidarlas, pero debemos recordar que el acoso sexual no siempre ocurre de manera brusca y que es inaceptable de cualquier forma que se manifieste. Estando en nuestro lugar de trabajo, no deberíamos de sentirnos incómodos o “simplemente ignorarlo”, ya que esta situación puede tornarse más compleja hasta incluso llegar al abuso sexual.

Puede que incluso sienta que usted mismo se involucró en este problema, pero lo cierto es que nadie elige vivir una situación de acoso sexual en su ámbito laboral y no tiene que sentirse disminuido o humillado cuando solo está intentando continuar con su trabajo.

Para poder desempeñarnos en nuestro espacio de trabajo, debemos rodearnos de un ambiente en el cual se nos permita crecer por nuestras habilidades y no por amenazas o intimidación. El ser víctima de acoso sexual en el ámbito laboral es mucho más común de lo que creemos. Son muchas las mujeres que se ven forzadas a vivir estas horrendas situaciones y terminan siendo víctimas de hechos brutales, pero aunque las mujeres forman el mayor porcentaje de las víctimas, muchos hombres también sufren de acoso sexual. Es por ello que no debemos temer denunciar estas inapropiadas acciones tanto de parte de compañeros laborales como de nuestros empleadores.

El acoso sexual laboral es algo que muchos empleados viven a diario y no suele reportarse a las autoridades por miedo, ya sea a ser despedidos y perder su estabilidad económica o por la vergüenza que puede sentirse luego de vivir una situación tan delicada. Pero debe entender que usted no es más que la víctima que ha sido ultrajada y que está en su derecho de reclamar una compensación por la pesadilla que ha vivido.

Algunas señales de que está sufriendo de acoso laboral en el trabajo son:

  • Contacto físico no deseado, por ejemplo, abrazos, besos, toques, pellizcos y demás.
  • Bromas, sonidos, chistes o insinuaciones de naturaleza sexual de las cuales usted es el blanco. Pueden referirse a su sexo, su experiencia sexual, su apariencia, entre otras.
  • “Quid Pro Quo”, de latín “algo a cambio de algo” se refiere a una petición no deseada por parte del empleador que acarrea consigo amenazas sobre el trabajo del empleado en caso de ser rechazada. 

 

Si en algún momento se siente incómodo debido a comentarios inapropiados, no dude en reportar la situación en su compañía y de no ser corregida, denuncie el acoso sexual que ha vivido con la ayuda de un abogado. No debe sentir que hay algo que haya incitado el comportamiento indebido por parte del atacante, ya que la víctima nunca tiene la culpa.

Todos tenemos derecho de trabajar en un ambiente que nos haga sentir seguros.

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